Fundamentacion
Las organizaciones de hoy se mueven dentro de un ambiente de creciente presión por elevar su calidad, su eficiencia y su eficacia. De allí el énfasis en lograr una buena gerencia.
Nadie pone en duda el vertiginoso avance tecnológico de la informática y la telemática y su determinante apoyo para elevar la tan anhelada calidad de la educación, lo que se desconoce es el efecto que produce su ritmo avasallador, muy superior a las posibilidades de incorporación práctica y de cambio de actitud necesaria para su adaptación, incluso teniendo espíritu innovador.
Una tecnología no es buena por sí misma, sino por la utilidad que tenga para resolver y optimizar procesos. Esto requiere no sólo conocer las virtudes de la tecnología, sino la de poseer una infraestructura capaz de soportarla donde se incluye su adecuada administración.
Si bien es negativo cerrar los ojos ante el avance tecnológico y utilizar argumentos falsos para esconder el miedo y la ignorancia de su alcance, también es muy negativo dejarse acosar por los permanentes cambios tecnológicos con el temor de quedarse atrás, con la inevitable consecuencia de falta de adaptabilidad a las exigencias y necesidades socioculturales.
Se trata de asumir, sin complejos y con un alto sentido de responsabilidad, el uso equilibrado de las modernas tecnologías de comunicación para favorecer y elevar la calidad del hecho educativo, con una gran consistencia pedagógica, un gran dominio de su alcance y posibilidades, y una probada factibilidad social y económica. En otras palabras, es necesario planificar, organizar, desarrollar y controlar el uso de las tecnologías con criterios de eficiencia, eficacia y pertinencia pedagógica y social.
Las exigencias sociales de hoy y en particular en la educación han cambiado radicalmente el papel del gerente. Ya no se trata sólo de poseer una experiencia o de una gran intuición, sino de lograr un dominio conceptual y técnico de un conjunto de teorías e instrumentos que garantizan la calidad de su labor, entre los que se encuentra: el eficiente manejo de recursos humanos, financieros, administrativos y tecnológicos en general, y una capacidad equilibrada para planificar y controlar procesos.
La coordinación y supervisión de programas educativos con el uso de nuevas tecnologías de informática y telemática, implica un doble reto: el de crear una cultura tecnológica y el de contar con un personal que gerencie proactivamente el ambiente organizacional.
Por: De Nóbrega, J. (s/f)
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